De vuelta a casa

Hacía unos 5 años que Kate Morton no nos deleitaba con uno de sus libros, recuerdo El jardín olvidado, La casa Riverton o Las horas distantes con mucho cariño. Es cierto que La hija del relojero se me atragantó un poco pero pensé que no era mi momento .

Os cuento todo esto para deciros que tenía muchas ganas de leer su nuevo libro y mis expectativas estaban bastante altas.

Esta autora hila las historias de una manera magistral y además su narración es fina, delicada y bonita. Es cierto que tiene tendencia a abusar de las descripciones. Esto por un lado hace que te sumerjas en los escenarios mucho más pero por otro puede hacer que a veces resulte un poco tedioso.

En esta historia sin duda los escenarios juegan un gran papel pero lo cierto es que para mi al libro le sobran algunas páginas y algunas descripciones.

La historia se teje a lo largo de dos hilos temporales. En el primero 1959, nos encontramos en un pueblo cerca de Adelaida, Australia llamado Tambilla, aquí la familia Turner se prepara para la navidad. Conoceremos a los Turner y a muchos de los habitantes de este pequeño pueblo. Su forma de vivir, sus paisajes os envolverá con su calor navideño donde la tragedia acecha.

En el segundo nos movemos 60 años hacia delante en el tiempo. Jess una australiana que vive en Londres recibe una llamada desde su Sidney natal avisando de que su abuela Nora ha sufrido una caída. Nora es la persona más importante en la vida de Jess por lo que no duda en coger el primer avión que la lleve de vuelta a casa. Durante el retorno al hogar Jess irá desentrañando algunos secretos familiares que han estado ocultos mucho tiempo.

En general es un libro que en su global es previsible pero que tiene algunos giros bastante originales que como lectora me han hecho disfrutar y que la lectura haya merecido la pena.

Si os gustan las historias de secretos familiares sin duda vais a disfrutar mucho de este libro.