 |
No se dejen engañar, detrás de esta portada preciosa y repleta de colores hay una historia atroz, desesperanzadora y con una crítica social y política que les hará asentir con la cabeza de forma inconsciente. A lo largo de sus casi 500 páginas, Shehan Karunatilaka nos transporta a una Sri Lanka que está asolada por la guerra civil. Maali Almeida, nuestro protagonista y fotógrafo de guerra, ha presenciado demasiadas cosas perturbadoras en el país que lo vio nacer y en su afán de intentar cambiar el mundo, termina silenciado para siempre. Si esto no fuese ficción la historia terminaría aquí y ya está, pero ¿cómo se quedan si les digo que de repente Maali se despierta en lo que parece ser una administración pública celestial? El cuerpo de Maali se hunde en el lago Beira, él no tiene ni idea de quién o quienes lo asesinaron y aunque parezca paradójico, en el más allá también tenemos un tiempo limitado para decidir qué será de nosotros; concretamente siete lunas. En resumen: este libro me ha parecido BRUTAL. No es una lectura ligera, pero la historia está tan bien hilada, los personajes tan bien construidos y la documentación tan bien estructurada y dosificada que según terminaba un capítulo, necesitaba leer el siguiente. Creo que a Maali podríamos considerarlo una especie de antihéroe. A pesar de que sus intenciones son buenas, también mete mucho la pata y hace ciertas cosas que te hacen pensar «mi niño, te daría una bofetada con la palma bien abierta». Pero también hay que conocer su pasado y su trasfondo, y no nos olvidemos de que la guerra cambia a todo el mundo sin excepción. Los demás personajes también juegan un papel esencial en la historia y a pesar de que prácticamente todos giran en torno a Maali, por separado también brillan. Mi favorita, sin duda, ha sido Jaki (y si quieren saber el porqué, tendrán que leer el libro). Otra cosa que me pareció muy curiosa es que la historia no está narrada en primera persona, sino en tercera. Alguien o algo totalmente ajeno a la vida de Maali cuenta todo lo que va ocurriendo y recordemos que él ya no pertenece al mundo de los vivos… Ese puntito esotérico y místico entrelazado con lo histórico es maravilloso. ¿Lo recomiendo? Sí, sí y mil veces sí. El libro me ha encantado de principio a fin, pero vuelvo a repetir: léanlo con la cabecita despejada y vayan con calma. Si lo que buscan es una lectura ligera e ideal para vaciar la cabeza, dejen este libro para otro momento. Es mejor que lo cojan con ganas para que así no se lleven una decepción y le saquen el máximo jugo. Espero que se animen a leerlo y de ser así, que lo comenten conmigo porque se va directito a mi lista de libros favoritos. |
>
