Damisela

Eres una encomienda que con mucho gusto cargare sin importar la inmensidad de la distancia.

Escucho la rabia en el rugido, pero sus oidos no percibian toda la verdad. Porque no escucho la angustia del dragon. No escucho su pena. No considero la razon por la que la bestia habria dejado caer la cabeza, cerrando los ojos. Lo unico que vio fue un enemigo y una oportunidad

Tu espada es un arma. Tu mente es otra. Pero tienes una tercera, y para conquistar al dragon necesitaras de las tres.

El gran salon era un santuario; las gemas, su altar.

No hay mejor momento para maravillarse que cuando la propia vida se enfrenta a la posibilidad real de terminar.

Tal vez hoy moriria. Tal vez viviria. Pero cualquiera que fuera el resultado, no vacilaria.

Un dragon y una damisela forjan la corona de un rey.

Los secretos, como los recuerdos, no desaparecen solo porque están enterrados por la nieve, el tiempo o la distancia.