Unos pollitos de lo más obedientes haciéndolo caso a su madre cuando les pide que no se muevan de la ventana. Claro que van a vivir un viaje de lo más interesante solo con su imaginación... o no. Porque esos viajes puede que no sean del todo imaginarios, pero eso se queda a gusto del lector. Libro ideal para los más peques de la casa y para cualquiera que se acerque y le eche un ojo. Las ilustraciones me han gustado también. |