Querido capullo

Si hay una cosa que hace bien Despentes es ponerte en posiciones que no te gustan, que no son cómodas, que no son las que habías imaginado y que, sin embargo, te remueven, te hacen discutir con ella, con sus libros, con sus personajes para, al final, darte cuenta de que en muchas cosas lleva razón y que no habías pensado la situación desde esa perspectiva.

En este libro, la autora nos mete en la cabeza de Óscar, un escritor famoso que acaba de ser acusado en internet de acoso s.xual por una trabajadora de su editorial. Mientras él se niega a reconocer -e incluso a reconocerse a sí mismo- lo que ha hecho, empieza a escribirse emails con Rebecca Latté, una actriz famosa a la que le cuesta encontrar trabajo porque con 50 años ya nadie quiere contratarla. Ambos vienen del mismo barrio de clase obrera, comparten una forma de entender el mundo y también, un grave problema de adicción.

Así, Despentes usa el punto de vista de Óscar -y el contrapunto de Rebecca- para examinar los caminos del poder. Él, escritor de clase obrera que ha conseguido, con mucho esfuerzo, sentarse a la mesa de la élite cultural, piensa que su condición de clase le exime de ser un victimario, de haber podido ejercer poder sobre otras personas. Por eso, cuando Zoé Katana le acusa de acoso s.xual piensa que la cosa no va con él, que la chica está exagerando. Él no lo recuerda de esa manera porque no cree estar en la posición para hacer algo así. Óscar se revuelve, se enfurece, acusa a todo el mundo de mentir, de estar su contra. Y en sus diálogos con Rebeca, poco a poco se va revelando la realidad, todo se va destapando y el escritor comienza a entender.

A través del proceso que vive el protagonista, Despentes nos habla de la necesidad de que existan espacios de reflexión y acompañamiento que posibiliten el cambio de los agresores, que posibiliten que se interrumpa el ciclo de la vi0lencia. Esta es una de las claves del libro, y aquí se pone sobre la mesa sin dejar de lado la necesidad de una justicia restaurativa para quien ha sufrido el daño. Y también pone de manifiesto lo difícil que es que esto suceda, nos muestra el desequilibrio absoluto que mueve esa balanza.

Por otro lado, Despentes nos muestra un hecho incontestable: que a quienes perjudica realmente la dinámica de hipervigilancia en redes sociales es a aquellas y aquellos que nunca tuvieron ni tendrán poder. La cultura de la cancelación no es tal, lo que sí existe es una cultura de acoso y derribo hacia quien hace uso de las redes sociales para alzar la voz y hablar del daño que se le ha infligido. Su vida se convierte en algo susceptible de ser escrutado por todos, juzgado por todos. Óscar puede cambiar, tiene el privilegio de hacer ese proceso, pero Zoé está atrapada en la violencia de las redes.

Despentes ha escrito una novela que es, en parte esperanzadora, en parte un cuestionamiento de cómo podemos seguir sin dejar atrás los ca.dáveres de la gente que ha peleado por todas. Nos hace cuestionarnos cómo funciona la hipervigilancia horizontal, al mismo tiempo que pone sobre la mesa la importancia de que haya espacios para la reflexión y el cambio. Pero para todas. También espacios para la justicia restaurativa, también espacios para que quienes hablan no se queden solas.

Me gustan mucho los textos que me obligan continuamente a resituarme, que me movilizan algo por dentro que incomoda, que consiguen que mi cabeza no pare de darle vueltas a lo que he leído. Despentes consigue que te situes en un punto de vista que no te gusta, que sepas que estás leyendo los pensamientos de alguien que se equivoca en muchas cosas, y que aún así puedas estar de acuerdo con él en otras. Y lo que consigue también es que, al mostrar sus propios puntos de vista, queden a la luz todas las trampas, las justificaciónes que se ponen a ellos mismos para hacer lo que hacen.

Sinceramente, la lectura de este libro ha sido todo un viaje, porque he podido discutir con el texto y conmigo misma, le he dado mil vueltas a muchas cosas y he salido de él sabiendo que he cambiado. Y eso es lo más bonito de la literatura, cuando un texto te atraviesa. Cuando te permite pensar, con calma, fuera de la prisa que siempre nos domina. le agradezco a Despentes la valentía de meterse siempre en los jardines más difíciles y de ser capaz de arrojar luz y de abrir posibilidades que quizás no eramos capaces de ver o de verbalizar. Para mí, un libro 5 estrellas por la experiencia que ha supuesto leerlo.

Recordaba a la revolucionaria Despentes en “Teoría Kong Kong” hablando sin tapujos de prostitución.

Cuando publicaron "Querido capullo" ,el hype estaba en las redes sociales,pero es cierto que más allá de ver la bonita portada fotografiada, no he leído muchas opiniones sobre el libro que nos ocupa.

Cuando un libro no me gusta, no me convence ,o no era lo esperado no suelo publicar opinión principalmente por el respeto que me merece todo autor y porque creo que hacerlo exige siempre justificarse y sinceramente, no me apetece entrar en esas dinámicas.

Hago una excepción porque no puedo decir que sea un mal libro,me ha entretenido cual salseo con esa relación de correspondencia que se crea entre Rebeca ,una actriz “madura “y Oscar ,un novelista famoso”cuarentón “,acusado de acosar a su antigua responsable de prensa.

La trama es adictiva ,la evolución de los personajes que parecen abocados a la autodestrucción mantiene el interés lector.

La contraposición de un punto de vista femenino y masculino,que puede llegar al entendimiento y respeto ,eso sí ,desde personajes muy hater.

Entre medias ,temas como el acoso en redes sociales y la sobreexposición en las mismas,las adicciones a las drogas,la soledad, salud mental,acoso,gordofobia, envejecer en una sociedad de apariencias ,feminismos…si en plural,LGTB.

En resumen,una lectura llena de tópicos ,metidos a calzador en una novela apta a convertirse en serie de plataformas online,de consumo rápido,que puede hacerle a cualquiera sentirse feminista,sino fuera porque tanto cliché rechina ya a la mitad del libro.

Con “Querido Capullo” Despentes da un vuelco a la tan clásica literatura epistolar. A través de los mensajes de Oscar, un exitoso escritor acusado por una antigua colaboradora de acoso sexual y Rebecca, actriz y sex symbol de una época del cine francés, Despentes reflexiona sobre la sociedad actual y algunos de sus múltiples problemas, no tanto políticos, sino antropológicos. Es un libro que habla de feminismo y el peligro de ser engullido por su propio éxito y distintas formas de enfocarlo, del acosador y su problema para asumir la culpa, de la dependencia actual (a las drogas, a las redes sociales, al reconocimiento…), del miedo a la soledad en un relato donde irrumpe (tal y como irrumpió realmente) la pandemia, etc…

Me gusta mucho el tono de la novela: descarado, provocador, ágil… y también la forma que afronta reflexiones profundas, de forma ambiciosa, sin miedo y con buen resultado independiente que esté o no de acuerdo a las conclusiones donde pretende llevarte la lectura.

Lo que no me ha gustado es que se hace repetitivo en ocasiones, con algunas ideas en bucle, reincidiendo mucho en el proceso de desintoxicación del protagonista, y también redunda en buenísimo y no, no pierde mordiente, pero sí credibilidad.

En términos generales sin embargo es una lectura Inter, divertida, entretenida y la recomiendo.

¡Qué descubrimiento Virginie Despentes!
Una novela en forma de correspondencia entre un hombre y una mujer aparentemente opuestos y los artículos virtuales de una joven que ha sufrido acoso. Una crítica directa, ácida y certera sobra la sociedad actual: las adicciones, el uso que se hace de las redes sociales, el feminismo, la salud mental, el miedo a la vejez, etcétera.
¡Qué maravilla la evolución de los personajes y el modo de enlazar temáticas!
Tan real que, por momentos, he tenido la necesidad de dejar un rato la lectura e intentar asimilar tantos estímulos.
Una novela sin filtros y directa que te invita a reflexionar sobre cuestiones básicas de nuestro día a día.