La muerte es más ligera que una pluma, el deber más pesado que una montaña
|
La muerte es más ligera que una pluma, el deber más pesado que una montaña
|
¿Lo que nos persigue?- Pensó mientras retomaban camino-. No nos persigue, nos aguarda.
|
La tierra también permanecía callada, como si el mundo se hubiera tomado una pausa para recobrar el aliento.
|
A Loial le gustaba hablar, y lo hacía largamente cuando disponía de la más mínima ocasión, aun cuando, por lo general, daba la impresión de que necesitaba exponer lo acaecido dos o tres siglos antes para crear un marco que propiciara la comprensión. Su sentido del tiempo era muy extraño: para él era razonable que una historia o una explicación cubriera un espacio de tiempo de trescientos años.
|
La Rueda gira según sus propios designios, pero me niego a creer que teja el fin de la esperanza. Debo ocuparme de lo que tengo certeza. Será lo que la Rueda trace.
|
La Rueda del Tiempo teje el Entramado de las era y las vidas son los hilos que utiliza. Nadie puede predecir cómo va a entretejerse el hilo de su propia vida en el Entramado ni cómo se intercalará la hebra de un pueblo.
|
–¡Consejos! Nadie nos recomienda a nosotros qué hay que hacer para ser hombre. lo somos de manera natural. –Ése –replicó Egwene– es seguramente el motivo por el que hacéis tan poco honor a vuestra condición. |
¿Ya estás pensando en el hogar, muchacho, y sólo acabas de salir a ver al mundo? El mundo te clavará su anzuelo en la lengua. Saldrás a cazar las puestas de sol, ya lo verás... y, si alguna vez regresas, tu pueblo será demasiado pequeño para tus ansias. |
Todo puede servir como arma, si el hombre o la mujer que la esgrime tiene el coraje y la voluntad de dar en el blanco.
|
La muerte visita a todo el mundo tarde o temprano, a menos que sirvan al Oscuro, y sólo los insensatos se avienen a pagar por ello.
|
¿Qué criaturas mágicas podemos encontrar en Gringotts, el banco de magos?