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Bastante al sur de Ingary, lugar donde tenía lugar la historia de "El castillo ambulante", nos encontramos con un país llamado Zanzib. Allí vive Abdullah, un joven mercader de alfombras. Huérfano desde hace muchos años, Abdullah pasa su vida soñando con mundos de fantasía y aventuras para escapar de las presiones de la familía de la segunda mujer de su padre. Un día un extraño hombre aparecerá por su tienda para venderle la que es, según él, una alfombra mágica. Será este el inicio de esas aventuras que tanto anhelaba. Lo primero que me ha quedado claro al acabar "El castillo en el aire" es que Diana Wynne-Jones puede ser una de las mejores autoras fantásticas de la historia. Y no solo porque sus historias me parecen tiernas, mágicas y divertidas a la vez, si no porque son pecualiares, especiales. Tanto "El castillo ambulante", como su segunda parte "El castillo en el aire" son increíbles por su imaginario, pero lo son sobre todo por ese algo distintitvo. Ese toque personal que diferenciarían a la autora de cualquier otro autor o autora de fantasía. Aun teniendo una trama muy diferente, los dos libros tienen ese algo común, esa alma que los hace inconfundibles y que denota que pertenecen a la misma mente. Pese a que la sombra de "El castillo ambulante" era alargada, he disfrutado muchísimo también la historia de Abdullah y Flor de Noche. Príncesas, batallas, sultanes, transformaciones, genios malhumorados, alfombras mágicas presumidas, y otras muchos elementos se cruzan en esta historia y consiguen que la lectura de "El castillo en el aire" sea una gozada. Esa mezcla entre dulzura y risa me resulta exquisita, todo en su justa medida. La parte de aventura es genial también, y todo el tiempo va andando a buen ritmo junto a sus personajes, los cuales son maravillosos, sin darle al lector ni un respiro. Normalmente veo por ahí recomendaciones tipo "no pasa nada si lees los libros en otro orden" o "el segundo y el tercero no son buenos", os diré que estoy totalmente en contra de ambas afirmaciones. En cuanto al tercero, no puedo afirmarlo aún, pero el segundo es muy bueno. ¿Llega a la perfección de cinco estrellas que fue "El castillo ambulante? No, pero sus cuatros estrellazas no desmerecen en absoluto. ¿Se puede leer por separado? Bueno, en mi opinión, no. Salvo que seas de esos lectores que prefieres rebajar la calidad de la experiencia completa por arrebatos e impaciencia, es infinitamente mejor leerlos en orden y completar la experiencia como se debe. No quiero soltar spoilers, pero hacedme caso, en orden siempre. En definitiva, ¡vaya dulzura de libro! Esta trilogía es para niños de 9, pero también para niños de 99. A este paso Diana Wynne-Jones puede convertirse en una de mis autoras más queridas. No sé hasta que punto está el resto de su obra publicada en español, pero va siendo hora de investigar porque la tercera entrega, "La casa de los mis pasillos" no va a tardar mucho en ser leída. ¡Mil ganas! |
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