Los últimos días de nuestros padres

Tras haber devorado La verdad sobre el caso Harry Quebert y El libro de los Baltimore, me obligué a leer la primera novela del que se ha convertido, sin ninguna duda, en uno de mis autores favoritos. He encontrado en Los últimos día de nuestros padres una historia que ha dejado temblando a mis sentimientos más profundos. En un episodio desconocido (y trascendental) en la Historia del ser humano, he descubierto una serie de personajes que han decidido quedarse a vivir en mi memoria.

La mezcla entre ficción (los protagonistas de la novela) y realidad (el acontecimiento que se describe a lo largo de la historia) crean un ambiente perfecto del que no querrás desconectar. Una de las cosas que más me gusta de Dicker es la facilidad con la que es capaz de jugar con las sensaciones del lector. Si bien es cierto que parece que la trama se centra en la vida de uno de los personajes (no diré cuál para no adelantar nada a nadie), llega un momento en el que todo cambia y no sabes muy bien qué es lo que pasará a partir de ese punto.

Los últimos días de nuestros padres es un libro necesario. Necesario para acercarnos un poco más a la definición de algo tan complejo como es el amor y la amistad. Necesario para creer en el ser humano cuando el mundo está patas arriba y a la deriva. Necesario para encontrarse a uno mismo y emocionarse con la vida de cada protagonista como si se tratasen de nuestros amigos más allegados.

Joël Dicker es, sin ninguna duda, un autor diferente. Os recomiendo fervientemente haceros con este libro, leerlo, releerlo y guardarlo como lo que es; un tesoro de tinta.
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