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Sí, después de 2 años me digno a hacer esta reseña. ¿Por qué? Porque ya me he visto la serie basada en este libro y era necesario. La historia comienza mostrándonos a Marcus, un escritor que tras la fama que tuvo con su anterior novela busca otra fuente de inspiración y, vaya, como por arte de magia Nola Kellergan, una chica de 15 años desaparece y el principal sospechoso de su desaparición es Harry Quebert, su antiguo profesor y amante de Nola. Es ahí, cuando Marcus decide hacerle una visita a su profesor e informarse sobre la historia de Nola y Harry e intentar con ello demostrar que Harry es inocente. Desde que leí la sinopsis supe que este libro tenía todas las papeletas para gustarme y no estaba equivocada. Estuve enganchada desde la primera página hasta la última, recuerdo que lo leí en 3 días y eso que es un tocho considerablemente grande. La trama es una delicia y en cada capítulo sucede algo que te deja como: ¡OH MY GOD! ¿¡QUÉ ACABA DE PASAR!?. Los personajes son increíbles, algunos son tremendamente enrevesados como Nola y otros son demasiado buenazos para ser verdad. Y para finalizar, hablemos de ese final que me dejo loquísima y que no me esperaba. Osea, llevaba todo el libro pensando en quién podía ser el asesino y jamás me planteé que fuera ESE personaje. No me lo podía creer aunque después, asimilándolo, todo cuadraba y tenía sentido. Creo que si aún no lo habéis leído y os mola este género, os va a encantar tanto como a mí. Por último, debo destacar el gran trabajo que ha hecho Joël Dicker con esta novela, el desarrollo, el estilo con el que usa las palabras y los personajes son de 10. |
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