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El libro cuenta dos historias: por un lado la que vertebra el libro correspondiente al proceso de crisis y escritura del segundo libro del escritor Marcus Goldman, y por otro lado la búsqueda de la verdad del caso de Harry Quebert y descubrir que pasó con Nola. Describe a la perfección ese proceso de creación por el que pasa todo escritor. Ese momento dramático de falta de inspiración después del éxito obtenido, soportando la presión de estar de nuevo a la altura en una segunda ocasión y ofrecer todo lo que esperan de ti y no sentirte como un impostor que sólo tuvo suerte. También describe la ética sin escrúpulos de algunos editores que sólo buscan el éxito y las ganancias sin importar a las personas que perjudiquen. En cuanto a la historia, nos encontramos con una trama repleta de giros que no te esperas y que te hacen volver a engancharte a la historia, algo necesario debido a que, en ocasiones, las descripciones y diálogos sin apenas interés para la historia se hacen largos y te hacen perder el hilo del argumento. En esta historia, al final nada es lo que parece y te sorprende en la resolución de la misma. Me gusta que haya distintos puntos de vista de la historia y no un único narrador, en este caso Goldman, porque te permite ver los hechos desde la perspectiva de quien los vive y no de quien los narra. En definitiva, es un libro que me ha gustado a pesar de que a veces se hace lento y que se pierde en detalles y recuerdos que no conducen a nada. Tanto la trama como la resolución final están bien construidas y te sorprenden. |
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