Aunque el argumento pueda parecer al final un poco enrevesado, no por complejo, sino por la cantidad de factores y circunstancias que influyen en él, la verdad es que la cantidad de giros y sorpresas que aporta lo hace muy entretenido. A pesar de algún bajón en medio de la trama consigue mantener ese pulso que te dice "Va, un capítulo más. Prometo que mañana me acuesto antes". Destacable también la construcción, con continuos flashbacks y saltos en el tiempo. A pesar de todo ello, hay un error garrafal que ya de por si cuestiona la verosimilitud del argumento: ¿Cómo es posible que una persona ajena al cuerpo de policía participe desde dentro, en estrecha colaboración con éste y teniendo acceso a toda la información del caso? Incomprensible. Hay que acogerse a una "Ascaniana" suspensión de incredulidad para que esta circunstancia no eche abajo toda la estructura argumental. A pesar de ello, el libro es entretenido y se lee con avidez. Además de contener algunas citas realmente bellas.