El caso Alaska Sanders

El caso Alaska Sanders me ha recordado a La verdad sobre el caso Harry Quebert, que aunque se puede leer uno sin haber leído el otro, os recomiendo haberlo leído porque así sentís esa nostalgia cuando reconocéis los personajes del libro anterior. Creo que tampoco se puede entender la admiración que siente hacia Harry sin conocer su historia.
Por otro lado, también nombra mucho a los Baltimore, pero de pasada y sin desvelar demasiado, lo justo como para que tengas ganas de leerlo (es lo siguiente que haré).
En este libro conocemos el lado más humano de Perry, que mientras está pasando por un mal momento tiene que reabrir una investigación de asesinato que hace once años pensó resuelta, pero que descubre que quizá en su momento no profundizó lo suficiente y que por ello quizá un inocente lleve once años en la cárcel.
De nuevo Marcus Goldman le acompaña en su investigación, quien a pesar de ser famoso y tener ya un recorrido como escritor, sigue sin estar a gusto con su vida. Me gusta mucho el equipo que hacen.

Igual que en el caso Harry Quebert, Joel dicker te confunde y te hace cambiar de asesino cada vez que quiere. La trama es muy cambiante, no hay ni un capítulo que no te sorprenda y no desmorone lo que habías previsto. Me ha encantado que vuelva a hacer como que estás leyendo el libro que ha publicado Marcus, me parece muy original.

Recomiendo sobre todo leerlo cuando se tenga tiempo porque aunque se lea rápido, es largo y engancha mucho. Es de esos que hay que disfrutarlo y no leer unas pocas páginas al día.