El regreso de Carrie Soto

Desde que se anunció la publicación de este libro pasó a ser de mis más anticipados por el simple hecho de ser Taylor Jenkins Reid, pero conforme salieron las buenas críticas de él no hacía más que aumentar mi hype. Hacerla una de mis primeras lecturas del año fue uno de los mejores aciertos que pude haber tomado.

Carrie Soto es feroz y su determinación de ganar a toda costa no la ha hecho popular.
Cuando Carrie se retira del tenis, es la mejor jugadora que el mundo haya visto jamás. Ha batido todos los récords y ha conseguido veinte títulos de Grand Slam. Y si le preguntas, se merece cada uno de ellos. Lo ha sacrificado casi todo para convertirse en la mejor, con su padre como entrenador.
Pero seis años después de su retiro, Carrie se encuentra en las gradas del US Open de 1994, viendo cómo una tenista británica brutal e impresionante llamada Nicki Chan le arrebata el récord.
Con treinta y siete años, Carrie toma la monumental decisión de salir de su retiro para entrenar con su padre un último año, con la intención de recuperar su récord. Incluso si los medios deportivos dicen que nunca les gustaron las arpías. Incluso si su cuerpo no se mueve tan rápido como antes. E incluso si eso significa tragarse el orgullo para entrenar con un hombre al que una vez casi le abrió su corazón: Bowe Huntley. al igual que ella, él tiene algo que demostrar antes de abandonar el deporte para siempre.
A pesar de todo, Carrie Soto ha regresado para una última temporada épica. En esta fascinante e inolvidable novela, Taylor Jenkins Reid cuenta una historia sobre el precio de la grandeza y una atleta legendaria que intenta hacer su gran regreso.

Las tramas de personajes famosos de Taylor Jenkins Reid son bastantes simples, seguimos sus vidas hasta un punto de quiebre donde la sociedad que se la pasa criticándolos los puede llegar a ver como los humanos que siempre fueron. Eso justamente pasa con Carrie Soto, excepto que aquí las críticas van dirigidas a una deportista de 37 años que busca defender su récord como la mayor tenista de la historia. Esa es nuestra trama, acompañar a Carrie Soto mientras se prepara para los cuatro Slams que se celebran al año y su posterior competencia en ellos para coronarse como la mayor campeona de todas. Y sí, hay mucho que esperar de esta trama porque toma giros tanto predecibles como inesperados que te quitan el aliento.
Carrie Soto es de esas protagonistas que rápidamente entran en tu corazón porque son imperfectas y no les importa quedar bien ante los ojos de los demás, simplemente se preocupan por ellas mismas y aquellos a su alrededor. Nuestra Carrie desde muy pequeña practicó tenis, pero no fue hasta la muerte de su madre que encontró refugió, pasión y, al descubrir que es buena, una carrera en él. Conocemos muy poco a Carrie en sus años de juventud y en el apogeo de su carrera, esa es una pequeña parte de la historia, más bien nos enfocamos en el momento en el que decide regresar al tenis y el proceso que conlleva volver a estar en forma y soportar la crítica destructiva. Reconozco que a los ojos de los demás Carrie parece una persona fría y prepotente, pero solo es alguien que sabe lo que vale y está segura de que sus habilidades hablan por sí solas, la humildad no tiene cabida en la cancha y parece que recordárselo a los demás es un pecado. Conforme avanzan las páginas descubrimos que, aunque es un as en el tenis, hay cosas de su vida personal que se le escapan de las manos y, como la mayoría de nosotros, no sabe cómo lidiar con ellas, haciendo su mejor esfuerzo y cometiendo errores, algunos más graves que otros, pero demostrando que es humana. Decir que la quiero mucho es poco, sin dudas es una de esas protagonistas que llegan para instalarse rent free en tu corazón y a la que defenderé contra todos y todo porque ella no merece nada más que cosas buenas en la vida.

Los secundarios son más que memorables, cada uno aporta a la historia de una forma hermosa y se hacen querer por cómo interaccionan con nuestra Carrie Soto.
Javier, su padre. Hay mucho que decir de él, pero iniciaré por lo básico, fue un tenista argentino profesional que tuvo su éxito, pero que cuando llegó su momento se retiró sin pena ni gloria. Javier no es de esos padres que quieren vivir su sueño a través de sus hijos, más bien de los que comparten su sueño con su hija y cuando esta lo hace suyo por deseo propio, él no hace más que acompañarla, guiarla y ser el soporte que necesita.
Bowe, el tenista que busca redención. Básicamente es nuestra Carrie Soto, pero en hombre y con menos talento (no pienso disculparme, alguien tenía que decirlo). Él fue un tenista medianamente exitoso en su época (la misma que la de Carrie), pero el escándalo y las adicciones le ganaron, ahora está al final de su carrera y ve en Carrie una oportunidad de volver a ser la mejor versión de él mismo. En un principio estuve renuente con él, sinceramente sentí que estaba puesto para ser un interés amoroso que volviera a Carrie "accesible" al mundo, pero fue todo lo contrario, fue un verdadero apoyo para Carrie y lo considero pieza invaluable de la historia, es mejor conocer sus matices poco a poco y sin un juicio previo.

No es ninguna sorpresa que gran parte del peso de esta historia estaría enfocado en la misoginia que Carrie (por no decir todas las atletas) sufre en el deporte por parte de los medios porque no se caracteriza por ser la más dulce, amigable ni risueña ante las cámaras, ella deja que sus acciones, su capacidad y habilidades hablen por sí solas, pero aparentemente ser segura de sí misma es un delito ante los ojos de los onvrez que la tachan de fría, inaccesible y altanera, ganándose apodos como "el hacha de guerra". Pero cuando un hombre tiene estas características es un ganador, una inspiración y la definición de éxito, incluso si no son los mejores pero lo siguen intentando, la ambición es buena (como con Bowe), pero si tienes ambición y eres mujer, eres egoísta y una indeseable (como Carrie)... comienza a sonar The man, by Taylor Swift. Leer todo este hate dirigido a Carrie me llenó de coraje y dolor, pero hubo un momento en específico en el que me rompí y es el que creó controversia por estar representado en la portada en español, el regreso de la perra (conocer el contexto de esas palabras en la historia me hizo olvidar todas las posibles quejas que surgieron en su momento).
En la vida me había interesado el tenis, pero Taylor Jenkins Reid me hizo vivirlo al máximo en cada partido por la forma tan simple, pero detallada de como lo narró. Un revés, un derechazo, un tiro en la línea, POR FAVOR, vivía por lo cortos de Soto, sufría cuando Carrie comenzaba a resentir la rodilla, compartía los nervios de estar fallando los tiros más simples y me frustraba por caer en el juego de la contrincante. Todos los pequeños detalles me tenían con los nervios de punta y las manos sudorosas, teniendo que parar constantemente a tomar aire porque me sentía en primera fila. Para mí, Taylor Jenkins Reid inventó el tenis.

En resumen, El regreso de Carrie Soto, es una increíble historia sobre la misoginia que sufren las mujeres en el deporte y cómo son percibidas al ser exitosas. Carrie Soto es una excelente protagonista, llena de fuerza, inseguridades y sueños que no hace más que demostrar su valía en sus imperfecciones, la tqm.