Un mundo distópico maravillosamente construido, que la autora aprovecha para reflexionar sobre la diversidad, el odio al que es diferente y la estupidez humana en general. El ritmo es brutal ( es la mejor palabra para describirlo) sostenido sin piedad a lo largo de todo el libro y los personajes se vuelven tan cercanos que es como si los escucharas hablar al lado tuyo. . Es un libro que te obliga a pensar en cosas como el orden social establecido, la responsabilidad de los propios actos, el uso que le damos a nuestras capacidades, la aceptación (o no) de los que son diferentes a nosotros, sin dejar de entretener y atrapar. . De qué se trata la novela? En un futuro muy muy lejano, los continentes se han unido en una sola masa de tierra a la que sus habitantes denominan La Quietud, término irónico, ya que es un territorio asolado constantemente por terremotos, tsunamis y volcanes, testimonios de la intención del Padre Tierra de destruir a la Humanidad 🌋. Cada cierto tiempo se produce una catástrofe global que da origen a la "quinta estación" del título (además de las conocidas primavera, verano, otoño e invierno), un tiempo en el que el sol desaparece tras nubes de ceniza y las leyes de la naturaleza y de los hombres se alteran por completo. . Comparten este mundo los humanos "normales" y los orogenes, aquellos que tienen la capacidad de controlar la energía que mueve las placas terrestres ⛰️🏔️🌋 (por supuesto que los humanos normales los odian) Y también estan los comepiedras... . En ese escenario transcurren y se enlazan las historias de tres mujeres: Essun, Sienita y Damaya. 5⭐/5 . |