Otra vuelta de tuerca

Es de esos libros que encuentro interesante, pero que no recomendaría sin hacer una advertencia, la razón es la ambigüedad del libro, lo que sucede, lo que t narra es totalmente interpretable y depende totalmente de lo que el lector cree o decide que está sucediendo.
Es un relato parcializado solo tenemos la versión de los hechos que nos entrega la institutriz y no sé sabe si de verdad están ocurriendo o si son creaciones de una imaginación hiperactiva o de alguien con un trastorno mental, se pueden dar argumentos hacia ambos lados y el final tampoco ayuda porque igual puede tener dos lecturas.
En la historia hay muchas cosas que llaman la atención, lla actitud del tío de los niños, que la institutriz la acepte y se aferre a cumplir la condición que el impuso a pesar de lo extraordinario de las circunstancias que ella misma relata; también es llamativo el carácter que ella demuestra se enamora de forma platónica a su patrón al que con suerte ve un par de veces, luego al llegar a la casa donde debe cumplir sus funciones le parece que es "como casa de cuento de hadas" y luego para colmo los niños le parecen ideales y los describe como "perfectos ángeles" al principio hay un afán de ella de idealizar todo.
Luego están los mismos niños de los cuales es arriesgado hacer un comentario porque todo lo que sabemos de ellos es a través de la institutriz y como vimos le falta ecuanimidad además se debe considerar que en los diálogos que mantiene con ellos, ella tiende a reinterpretar lo que se le dice, es casi como si hubiera dos conversaciones paralelas lo que se dice y lo que ella dice que se quiso decir.
Por último está la señora Grose la que obviamente conocemos a través de la narración de la institutriz y siendo así tampoco ayuda a entender o descubrir lo que de verdad está sucediendo y claro sus últimas acciones también se pueden interpretar de distintas maneras en cuanto al motivo que la llevan a realizarlas
Como dije al principio la ambigüedad es la gran característica de la novela, el como James juega con el lector sin aclarar lo que está sucediendo y aumentando el desconcierto con un final que plantea más preguntas que respuestas.