Los personajes no consiguen tener la profundidad suficiente en ningún momento, pues avanzan en la historia sin saber cómo averiguan los misterios que suceden. El autor posee una narración elaborada y un lenguaje clásico que, en ocasiones, puede provocar que el lector salga de la historia, ya que resulta lejano. Una mansión llena de terrores y misterios es uno de mis contextos favoritos y, sin embargo, es una pena que no se palpe ese terror en ningún momento. Los personajes carecen de profundidad y el terror no está bien desarrollado, pero he disfrutado mucho de la trama debido a la ambientación y, sobre todo, por el final. |