La verdad cambia cada vez que un hombre cuenta la misma historia dos veces.
|
La verdad cambia cada vez que un hombre cuenta la misma historia dos veces.
|
Los niños tienen una cosa, que es que siempre encuentran algo que hacer contigo. Y tienen otra cosa. No se pueden imaginar un mundo en el que no los ames, porque qué puede hacer uno más que quererlos.
|
Porque contamos historias para vivir, y esa clase de historias necesitan un propósito, de modo que la historia en sí ha de ser mentira. Porque al final de una historia verdadera no hay nada más que despojos.
|
[...]Los leopardos no conocemos la muerte. Nunca pensamos en ella, porque no es algo en lo que pensar. ¿Por qué hacemos esto, Rastreador? ¿Por qué pensamos en la nada? —No lo sé. Porque necesitamos creer en algo. |
Qué vidas hemos tenido. Remordimientos por lo que no deberíamos haber hecho y remordimientos por lo que sí deberíamos haber hecho.
|
Todos los hijos vienen de la voluntad de la madre, no de aparearse con el padre.
|
No hay amos ni esclavos, solo existe lo que quieres, lo que deseas y lo que te lo impide.
|
Para llegar al fondo de la verdad uno está dispuesto a sufrir tristeza, pero no aburrimiento.
|
[...] Cómo sabéis que habéis elegido al dios correcto? —No sé qué quieres decir. —Si solo podéis tener uno, ¿cómo sabéis que habéis elegido al adecuado? |
Vengo de unas tierras que apestan a profecías de niños redentores y de ellas nunca ha salido nada más que guerras. No somos caballeros. No somos duques. Somos cazadores, asesinos y mercenarios. ¿Por qué nos van a importar los destinos de los reyes? Que se ocupen ellos de los suyos.
|
¿Qué criaturas mágicas podemos encontrar en Gringotts, el banco de magos?