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Un buen comienzo para esta trilogía, que recientemente se ha convertido en saga. Esta novela se cimienta sobre tres pilares principalmente que son: una historia de amor, las diferencias sociales entre amos y criados y un misterio. Respecto a la historia de amor, la autora tira de uno de los clásicos donde el señor y la criada se enamoran. Un amor imposible que desafiara los estamentos sociales y hará temblar los cimientos de la casa. Como tal, la historia de amor, como lector, nunca es lo que más me atrapa. En este caso, pues tampoco ha ocurrido. Es una historia típica que no aporta nada especial ni ningún tipo de personalidad a la saga. Respecto a las diferencias sociales, la autora las representa muy bien. Los personajes están muy bien definidos y caricaturizados. Creo que el potencial de la saga reside en sus personajes. La autora da una mayor relevancia a los señores, quizá en ese sentido yo si he echado de menos una mayor profundidad en los criados, ya que salvo Mary, el resto pasan muy de puntillas por esta primera parte. Respecto al misterio, cumple su cometido. Mantiene la tensión el tiempo suficiente como para mantenerte pegado a la lectura. En líneas generales, la novela es muy entretenida, con una trama no exageradamente atrapante pero con unos personajes potentes que llevan el peso de la novela. En este caso me gustaría destacar a la malcriada y caprichosa Kitty Melzer, y a Elizabeth Melzer, un personaje que rezuma maldad y envidia y que sin lugar a duda los capítulos narrados por ella eran los más interesantes de la novela. |
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