Nunca me abandones

Al igual que en Klara y el sol, en esta novela se repite la preocupación del autor por los sentimientos y la psicología de seres “no humanos”: en Klara y el sol se trata de inteligencia artificial y en Nunca me abandones de clones. Creo que tiene múltiples interpretaciones: la literal y otras más metafóricas. Por ejemplo, a mí me ha sugerido una especie de metáfora poética/ distópica de la propia existencia humana: al igual que hacen sus protagonistas ¿no nos podríamos nosotros también preguntar por el sentido que tiene toda nuestra existencia y por la banalidad de aferrarnos a logros y objetivos (recuérdese la famosa “galería”) si todos hemos de morir sin remedio? Y, puestos a buscar paralelismos, ¿quién nos asegura que los humanos no seamos también producto de una oscura experiencia cósmica de la que no somos conscientes?
Especial mención requiere la canción que da título a la novela “Nunca me abandones” (Never let me go, en inglés) de una tal Judy Bridgewater, en realidad una cantante ficticia creada expresamente para el relato (la que la interpreta se llama Jane Monheit)
Una obra para leer y releer, un autor para seguir muy de cerca, un premio Nobel en mi opinión realmente merecido.

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