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Sleepy Hollow y Rip van Winkle representan algunos de los primeros relatos de ficción originarios de Estados Unidos. Ambientada en 1790, Sleepy Hollow se desarrolla en una región rural cercana al asentamiento holandés de Tarry Town, situado en un valle solitario del mismo nombre. Este lugar es conocido por sus leyendas de fantasmas y un aire misterioso que captura la imaginación de quienes viven o visitan el lugar. Se rumorea que Sleepy Hollow fue embrujado en sus primeros días o que un antiguo líder indígena es responsable de su ambiente enigmático. Los habitantes experimentan fenómenos sobrenaturales, como visiones y apariciones inusuales, incluido el espectro más notorio, el Jinete sin cabeza. Este fantasma es un soldado de Hesse decapitado en una batalla de la Revolución, que busca su cabeza perdida. La historia se enreda aún más cuando Ichabod Crane, enamorado de Katrina van Tassel, se encuentra con este fantasma. ¿Qué le ocurrirá? ¿Vivirá para contarlo? Por otro lado, Rip van Winkle es un aldeano que vive en el estado de Nueva York, justo antes de la Revolución Americana en la década de 1770. También es un holgazán aficionado a la caza y a socializar en la taberna. A pesar de tratarse de un hombre afable y amable, es un marido absolutamente inútil. Su esposa pasa cada momento que está despierta regañándole y gritándole por su negativa a trabajar en su granja. Se hacen completamente miserables el uno al otro. Su vida da un giro inesperado cuando, tras encontrarse con un grupo peculiar jugando bolos en las montañas, bebe de su jarra y cae en un sueño profundo. La historia de su despertar es igual de intrigante. ¿Cuál es la explicación de los cambios que descubre? Ambas historias, ricas en ilustraciones, son magistralmente presentadas en la edición de Alma, realzando el místico mundo de Irving. |
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