Anne sin filtros

Después de una racha de lecturas muy densas, necesitaba una historia ligera y entrañable, de esas en las que te puedes adentrar sin necesidad de pensar demasiado y que te sacan un par de sonrisas mientras las lees. Eso es justo lo que #AnneSinFIltros me ha dado.


En este caso, creo que el venderlo como un retelling de Ana de las tejas verdes juega bastante en su contra, pues es poco lo que comparte con la historia original más allá de los nombres de los personajes y parte de la historia del pasado de Anne, a pesar de que esta poco afecta en el desarrollo de la trama. En mi opinión, disfrutaréis más de esta lectura si os adentráis en ella viéndola como una historia de romance juvenil. Independientemente de quiénes sean sus personajes.


Dejando a un lado la cuestión de si considerarlo o no un retelling, quiero decir que me ha gustado la estructura general de la obra. La idea de incorporar elementos como mensajes a través de las redes, con su lenguaje más informal y sus emoticonos, dota a la obra de una mayor ligereza y la hace más próxima al lector.


En rasgos generales, es una historia de fácil lectura, con el típico drama romántico-adolescente de aquel que todavía está aprendiendo qué es el amor. Fiestas, exámenes, dudas existenciales, tartas de zanahoria, fanfics, una competición literaria y una batalla por un corazón confuso. Todo ello acompañado del característico estilo de las autoras, dándole, como ya es costumbre, una gran importancia a la inclusividad tanto en los personajes como en las relaciones.


Si os gustan las lecturas románticas juveniles y sois capaces de abstraeros del hecho de que sean Anne, Diana y Gilbert sus protagonistas, creo que podréis disfrutar de ella. En lo personale, no ha sido una de esas lecturas inolvidables que te marcan para siempre, pero me ha venido fenomenal leerla justo cuando lo he hecho, pues me ha resultado un soplo de aire fresco.