Thriller bien escrito e interesante, en el que destaco y aplaudo a dos de sus protagonistas, las ertzainas Ane Cestero y Julia, que el autor ha sabido exprimir al máximo. Ellas dos son lo mejor del libro. Tiene un ritmo más lento, pausado, más que otros thrillers, y la trama engancha desde el principio. También trata otro tema de actualidad como es la violencia de género, el maltrato... la propia Cestero lo ha vivido en su familia. Aplaudo la ambientación, las descripciones... aunque la resolución del caso, para mí, ha sido previsible. Tenía dos sospechosos y, sí, acerté, era uno de esos dos pese al intento del autor de hacernos pensar, hacia el final, que el asesino era otro. |