La danza de los tulipanes

Ibon Martín nos ofrece una novela de suspense ambientada en el País Vasco, en el año 2018, y narrada en tercera persona. Aunque es la primera entrega de una serie, el caso queda cerrado. Yo comencé por el segundo por despiste, pero os recomiendo hacer la lectura siguiendo el orden de publicación.

Ane Cestero es una suboficial de la policía vasca de 29 años que está al cargo de la Unidad Especial de Homicidios de Impacto, de reciente creación. La joven es bastante arisca e impulsiva, y su aspecto no es el que se espera de una ertzaintza, pero está perfectamente capacitada para el cargo, pese a que no todo el mundo opine lo mismo.

La unidad está formada por cuatro policías y una psicóloga, y solo se unirán cuando sea necesario. Una de las integrantes está destinada en el lugar donde comienza la primera investigación, lo que facilitará un poco las cosas.

La trama principal es la de los asesinatos que tiene que investigar la UEHI, pero se van a tratar varios temas interesantes, como el maltrato o la malversación.

La ambientación es fantástica y las localizaciones están muy bien descritas, al igual que los personajes. La historia está bien pensada y todo cuadra. Algunas cosas son algo previsibles, pero no le restan interés a la obra, que es muy adictiva. Acerté con la identidad del asesino, pero confieso que por casualidad.

Me ha gustado mucho y he permanecido enganchada durante toda la lectura, que tiene un inicio impactante. Os animo a darle una oportunidad.