Ibon Martín ha sido uno de los grandes descubrimientos de este año por varios motivos. El principal, la ambientación en ese Euskadi que tanto me fascina y en el que nos sumerge gracias a su forma de narrar. Además de eso, el equipo de Homicidios capitaneado por Cestero y Madrazo me ha gustado mucho , cada uno de ellos muy diferentes pero formando un equipo excelente. En esta tercera parte, la historia nos lleva a Sandaili y entre esculturas, ritos, monjes, meditación y una pandemia de fondo construye un relato adictivo y que nos mantiene en vilo hasta el final. La verdad es que he disfrutado mucho leyendo estos libros y me he quedado con ganas de más pero ya le tengo el ojo echado a "El faro del silencio", el primero de la serie de Leire Altuna y del que hay un ejemplar en la biblioteca local.Pronto me haré con él!!! |