He invertido el orden de lectura. He leído primero el tercer libro antes que esté. Así como el tercer libro me engancho... Este se me ha hecho duro de leer y quería terminarlo para quitármelo de encima. No porque estuviera sumergida en la historia, cuya trama me ha parecido lenta... Voy a dejar un tiempo hasta leerme el segundo porque este me ha costado terminarlo... |