¿Quién se ha llevado a Daisy Mason?

Una tranquila velada en un barrio a las afueras de Oxford se convierte en el último lugar en el que la pequeña Daisy ha sido vista. A sus 8 años no dispone de tecnologías para su seguimiento, tampoco de un círculo social amplio y, como está claro en este tipo de desapariciones, las primeras horas son vitales. El equipo de Adam Fawley es asignado a este complejo caso. ¿Conseguirán descubrir la verdad? ¿Será demasiado tarde?

Cara Hunter propone una trama policiaca narrada en primera persona en la que el lector puede sentirse uno más en el equipo de investigación e ir atando cabos. Los personajes aparecen desdibujados, de tal forma que durante la lectura van añadiéndose elementos que nos permiten crear una imagen completa y así incorporarlos o no al bando de sospechosos. Este juego narrativo proporciona agilidad a la lectura y permite que al leer vayamos cambiando nuestra opinión constantemente, necesitando cada vez más llegar al final y descubrir el misterio. No obstante, en algunos momentos se me ha quedado algo plano, formándose una imagen final tan exagerada que no me encajaba en el puzzle y ha hecho que acabe desconectando o no me sienta tan dentro de la novela.

Es destacable la alternancia de escenas en presente con otras ocurridas en el pasado que nos permiten ir por delante de la policía en lo que a pistas se refiere y sufrir (o alegrarnos) con sus pesquisas al tener un acceso privilegiado a la información. También es de agradecer la inclusión de conversaciones por Twitter y recortes de periódico que retratan a la perfección cómo este tipo de sucesos se viven en el siglo XXI y que permiten no solo aportar dinamismo a la narración, sino también presentar una crítica a la difusión de bulos, el dramatismo de las redes sociales y la cultura de la cancelación, tan popular últimamente.

Pese a que es una obra de lectura rápida, que atrapa y con un montón de giros (que pueden ser más o menos esperados, dependiendo del lector), hay algo que no termina de convencerme. No sé si es en la forma de narrar o el contenido, pero he de reconocer que ha faltado algo para que la disfrute plenamente. Para mí ha sido una lectura agradable, interesante, pero sin nada destacable. La recomiendo para los amantes del género y para los que quieran adentrarse en él, ya que su ritmo, novedad y estilo la convierten en una buena puerta de entrada al thriller (no es densa ni grotesca, los personajes están bien perfilados, la narración es fluida y el desenlace sorprendente para aquellos no diestros en este tipo de obras).