Una lectura que me ha tenido en vilo, haciendo quinielas hasta el final y tengo que decir que precisamente este final no me ha sorprendido en parte, lo venía venir, porque en mi cabeza quedaban cabos sueltos y cosas que no me cuadraban. Es una lectura adictiva, la autora juega con nosotros, haciéndonos sospechar de todos, cambiando continuamente de opinión con giros inesperados, contada de forma muy ágil y dinámica, en primera persona por Adam, mezclando la investigación, las opiniones de gente por las redes sociales y datos de los niños y su entorno principalmente. Aunque me ha parecido algo fantástico, cuesta imaginar una niña de 8 años tal y como se pinta a Daisy por muy precoz que fuese. Desde mi punto de vista la trama ha estado muy bien hilada para hacernos dudar y leer sin parar. Me ha gustado también como vamos conociendo la historia personal del inspector Adam intercalada con la investigación. De primeras pensé que no me iba a gustar demasiado, cuando lo primero que leo es a un inspector haciendo juicio sobre el aspecto de la madre de Daisy, pero ha sido una muy buena lectura, sabemos que es ficción y aunque los padres me han parecido de lo peor que te puedes encontrar, no se si es justo o no lo que ocurre con ellos, es algo que nos hace plantearnos ese final y darle más vueltas, ver que no todo es como parece y que la policía no es tonta, pero no lo sabe todo, son personas con defectos y virtudes. Lo recomiendo. |