Nos encontramos aquí con una lectura corta, directa y muy entrañable, en la que nos vemos sumergidos en el mundo de los cuentos de los hermanos Grimm, donde todos los personajes se ven obligados a representar sin fin sus conocidas e inmortales historias bajo el yugo del propio señor Grimm, quien gobierna y controla con mano de hierro, algo de lo que Caperucita y el no tan malvado Lobo Feroz querrán escapar, quedándose con todo el protagonismo de esta historia. Con un tamaño y formato de álbum europeo que le sienta de fábula (y nunca mejor dicho) en una edición preciosa y perfectamente editada por parte de Ediciones Babylon, el dibujante Humberto Ramos, muy conocido por su trabajo con Spiderman, desata aquí su estilo que le viene como anillo al dedo a esta historia, con un arte delicioso que hace de la lectura algo muy disfrutable y ameno (destacando también un uso del color maravilloso de Leonardo Olea), mientras que por su parte Paul Jenkins, conocido por su gran trabajo en Hellblazer y también por varias obras de Marvel, plantea un argumento muy chulo y de lectura tan sencilla como encantadora y recomendable para todas las edades, pues no por ser para todos los públicos es infantil y un adulto también entrará bien en una lectura tan suave y agradable como esta. Y lo cierto es que por la sencillez de su trama y su corta extensión no tengo mucho más que decir sobre el primero de los cuatro álbumes que forman esta historia, que me ha venido de perlas para oxigenarme y despejarme entre lecturas más largas y densas. Y por eso, enseguida me pondré con el segundo y su reseña. + Leer más |