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A. G. Howard, una autora de la que en el momento en el que este libro llegó a mis manos, a duras penas me sonaba. Y sin embargo, por razones del azar encontré Susurros en una biblioteca. Su portada era llamativa y su premisa intrigaba. Desde siempre, Alicia en el País de las Maravillas ha ocupado un espacio muy personal en mi corazón. Siempre que volvía a leerlo, sentía que so bien yo había crecido, el libro también había crecido conmigo. Pequeños detalles de los que nunca antes me había percatado afloraban ahora entre las páginas, que en cada lectura pasaban más rápidas. Es por eso que le di una oportunidad a susurros. Al principio la carga amorosa de la trama se me hizo algo chocante, ya que en la obra de Carroll ese es un tema que ni se contempla. Sin embargo, por muy presente que estuviera esa trama en todo el largo del libro, pude más o menos dejarla a un lado gracias a la increíble construcción de mundo de Howard nos presenta. Honestamente no me esperaba tal nivel de profundidad de una historia juvenil. Y ahí estaba yo, fascinado por el País de Las Maravillas y por los recovecos ocultos que ahí se encuentran. Es gracias a ello que cuando finalicé el libro, fui corriendo a la biblioteca en busca de la segunda parte de la trilogía. Sin embargo, me llenó de pesar saber que alguien se la había llevado y nunca la había devuelto. Un giro cruel de los acontecimientos que pondría en pausa mi necesidad de continuar esta saga. 3/5. |
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