El arquitecto de la canción

Hace mucho tiempo leí a A. G. Howard con Susurros, que fue una historia que odie completamente ante las situaciones ridículas que tenía.
Sé que existe un libro de ella basado en El Fantasma de la Ópera, al cual le tengo muchas ganas, porque #LibroFavorito.
Y luego está éste. Un libro que no me ha encantado, pero que tampoco me ha parecido malo.
La historia nos habla de Juliet Emerline. Ella es una joven que se gana la vida cosiendo y que, debido a una enfermedad, se ha quedado sorda.
Como personaje me ha molestado muchísimo. Se trata del prototipo de damisela en apuros que se queja de las injusticias de la sociedad, pero que no hace absolutamente nada para cambiarla. Se queja y ya está. Vamos, como los adolescentes de ahora.
Creo que esa es más una mirada desde la perspectiva actual de la autora que desde la vivencia misma de su personaje.
Me ha gustado que la protagonista fuera sorda, porque necesitamos más inclusión. Pero la misma se pierde al ver cómo habla constantemente con alguien que sí que puede escuchar y se la pasa pegada a él más de la mitad de la historia.
Se dice que Juliet es en realidad muy buena leyendo los labios de las personas, por lo que ella había podido esconder su sordera por bastantes años. ¿En serio nadie se percató de que sólo les contestaba cuando la tenían de frente y que no les miraba a los ojos sino a los labios? Si alguien, de quien no sé su condición de sordera, me mirara fijamente los labios mientras hablo, lo que pensaría es que quiere besarme. O que tengo algo en los dientes.
En cuanto a los intereses amorosos...
Me siento especialmente aterrada ante la facilidad con la que Juliet parece ir de uno a otro. Sí, soy partidaria de que puede gustarte más de una persona a la vez, pero estar cambiando constantemente de parecer ya es otra historia.
En realidad, Susurros sufría de lo mismo; así que será una de las herramientas de la autora. La que, por cierto, me parece pésima, porque desde el comienzo se sabe con quién se va a quedar la protagonista.
Ni siquiera quiero ahondar en esto del insta-love. Menos con un fantasma. Y, supongo que podría tomarse la idea de que en la historia el amor también lo cura todo. Digo, Juliet está enferma, de repente aparece este fantasma al que sí puede escuchar y se enamora.
Si hay algo que me gustó, fue todo este misterio al rededor de Lord Thornton y Hawk. Me encontré un sinfín de veces intentando darle sentido a todo lo que iba ocurriendo en la historia y en por qué algunas cosas parecían no encajar a veces y otras veces sí.
Si hubiese libros de la autora parecidos, no me molestaría leerlos.

Algunas notas al pie.
1. Hay cosas que claramente se nos pasan en la edición, errar es humano. Pero me siento en la necesidad de señalar, viendo que me han enviado la obra, algunos errores.
Por ejemplo; en la página 60, aparece escrito "paraagradecerle", así, junto; página 104, "se me hizo un la garganta", ¿que la garganta se le hizo qué?
Hay algún otro, no pienso que sea necesario ponerlos todos.
2. Creo que la autora no se pensó muy bien algunas oraciones.
Página 169: "¿Y quién mejor para guardar silencio que una sorda?"
respuesta: ¡Una muda o un mudo, amiga!
3. En la página 70 hablan de "la sal de mi vida", daría todo por saber si se refiere a la sal de la tierra. Si es así, creo que es una perspectiva muy bonita. Hace poco hacía un trabajo acerca del documental "La Sal de la Tierra", creo que todos deberían verlo y reflexionar. Por supuesto, dado a las épocas no creo que sea exactamente lo mismo, pero aún queda la idea de "la sal de la tierra" que trae consigo la biblia.