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Cuando empecé a leer este libro, tuve serios problemas porque habían pasado casi dos años desde que leí Susurros y apenas lo recordaba. Por suerte, parece que la autora contaba con eso y, a lo largo de la lectura, fue insertando trocitos que refrescaban la memoria para que ningún lector se perdiera en las explicaciones. Me sorprende la facilidad con la que la autora describe cosas que son complejas de imaginar. Elige cada adjetivo con acierto y precisión para que aparezcan en nuestra mente los monstruos más grotescos o los paisajes más hermosos. ¡Me encantaría tener un artbook con todos los vestidos que se pone Alyssa! Entiendo los celos y la inseguridad de la protagonista, no es tan fácil abandonar tu vida normal para reinar en un lugar lleno de peligros y locura donde no puedes fiarte ni de tu sombra. Por una parte, Alyssa sale con un chico inteligente, educado y guapo que las demás chicas se están rifando. Por otro lado, sus deseos de volver al País de las Maravillas luchan contra la necesidad de vivir con su novio. Sin embargo, esto no es excusa para que se tire la mitad del libro con este tira y afloja, tanta indecisión acaba siendo cargante. Por suerte, Morfeo y su socarronería logran salvar la situación y que sea menos pesada. Mientras que en el primer libro Morfeo me pareció un personaje fuera de lugar (porque es "mucho Morfeo" para el tipo de historia que se relata) aquí destaca por ser el único con una personalidad fuerte y definida. Aunque Aly es la protagonista, Morfeo se crece tanto que se la come con patatas durante medio libro. Por desgracia, Jeb pierde gran parte de la importancia que ganó en Susurros, lo cual me pareció bastante decepcionante porque el chico me cae muy bien. Es una buena continuación, aunque pierde algo de fuerza si la comparamos con Susurros porque hay mucha menos acción. La trama continúa en la misma línea, se enreda de nuevo por culpa de los tejemanejes de Morfeo y hubiera preferido que salieran más cosas del País de las Maravillas y menos del mundo humano. Hay un personaje misterioso que no deja de rondar a Alyssa durante gran parte del libro y, por mucho que pensaba, no acerté quién era hasta que lo desvelan, pero tampoco me pareció nada del otro mundo. Los acontecimientos sobre el pasado de los padres de Alyssa sí me dejaron bastante sorprendida. Para mi gusto, el enfrentamiento final es bastante soso; me esperaba algo más de acción. Pero los últimos párrafos son un puntazo porque podemos comprobar lo astuta que puede llegar a ser Alyssa. ¡Y se queda totalmente cortado! Fue como una bofetada en la cara, ¡suerte que ya tengo en la estantería Engaños! Saludos ;) |
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