El príncipe cruel

No tenía demasiadas expectativas puestas en esta historia, pero me equivocaba. La autora ha sabido construir un mundo y unos personajes tan diferentes y originales, que desde las primeras páginas consigue atraparte y ansiar más y más.
Jude me ha parecido una protagonista como pocas. Fuerte, valiente, inteligente, estratega y resiliente. Me sorprendía ver como se levantaba una y otra vez después de cada golpe y la ferocidad con la que ha luchado a pesar de tener todo en contra. Cómo ha sabido aprovechar el momento y abrirse camino ante la adversidad. Una maldita maravilla de mujer.
Cardan, como contrapunto, me ha desquiciado hasta límites insospechables. Siempre me ha resultado atractivo el "enemies to lovers" pero a él me costaba pillarle el punto. Cuando pensaba que no podía ser más despreciable o que en algún momento mostraría un atisbo de amabilidad, me dejaba de piedra.
Desde luego, la autora se tomó muy en serio eso de "príncipe cruel" y tengo que reconocer que ha servido para tenerme pegada a las páginas como si me fuese la vida en ello.
Si tengo que poner alguna pega sobre el libro, es que me han faltado momentos a solas entre los dos protagonistas. Son pocos los capítulos en los que se encuentran y bastante cortos, por lo que las interacciones entre ellos son tremendamente valiosas pero efímeras. Aún así, he apreciado muchísimo que la trama principal se centrase en Jude intentando lograr sus objetivos personales más allá del amor.
Lo recomiendo muchísimo.