El príncipe cruel

La reseña que hoy nos ocupa me ha costado mucho hacerla, porque este es uno de esos libros que me ha provocado tantos sentimientos que, probablemente, mi parte más fangirl quiere salir y gritaros a todos, simplemente, que lo leáis.

El príncipe cruel levaba tiempo en mi estantería. Lo compré por impulso después de que varias personas me lo recomendaran, aunque reconozco que me daba un poco de pereza, porque es uno de esos libros que en Instagram “lo peta” y, como todos sabemos, de lo que se dice en esta red social, la mitad no vale para mucho. Sin embargo, con este libro, creo que todo el hype era poco.

La historia en principio no parece demasiado original: una chica humana arrastrada a una corte feérica en la que tiene que aprender a sobrevivir y que lucha por ello. Sin embargo, sí que hay algo que me ha llamado la atención y que me ha parecido maravilloso, y es la ambigüedad de los personajes. En este tipo de libros se nos suele mostrar a los seres feéricos como seres crueles y despiadados y a los humanos pobres e ingenuos que se dejan engañar y seducir por sus tretas. En este caso no es así.

Sí que es verdad que hay humanos que se han dejado engañar, pero la protagonista principal (Jude) y su hermana (Taryn) han sido criadas entre ellos y pueden mezclarse entre ellos, mostrando los entresijos de su sociedad y de su política. Jude no es una heroína salvadora y lo que parecen ser “los buenos” no lo son tanto, al igual que “los malos” tampoco son tan horribles. Es interesante cómo nos lo va mostrando y cómo sorprende al lector en ciertos momentos, soltando la información en el momento adecuado.

En cuanto a la narración, reconozco que el hecho de que esté en primera persona no termina de gustarme. Es un narrador que no termina de convencerme en novelas largas, aunque en esta ocasión tengo que reconocer que está muy bien construido, porque lo vemos todo a través de los ojos de Jude y podemos sentir lo mismo que siente ella.

En cuanto a los tiempos de la historia, todo el mundo me comentó que el principio era bastante lento y que se tardaba en entrar en la historia; bien, yo no opino igual. Es verdad que la primera parte tiene mucho de presentación, pero es bastante fluida, al menos comparado con otras historias que suelo leer. Sin embargo, es verdad que a partir de la segunda parte la acción es mucho más rápida.

En cuanto a los personajes, son todos volubles pero no como algo negativo, sino como parte de su personalidad. Sin ninguna duda, el que más me ha gustado ha sido Madoc, el gorro rojo que mató a los padres de Jude, Taryn y Viv y que las crio como si fueran sus propias hijas. Es un ser que debería ser horrible, debería haberlo odiado y, sin embargo, me fascina cómo la autora ha conseguido que no lo haga.

Jude es testaruda y orgullosa, juega un papel muy importante en la historia y no puedes más que quererla, al contrario de lo que pasa con Taryn, su hermana gemela, que es un personaje que me ha resultado odioso.

Es uno de esos libros que he devorado en pocas sentadas. Lo leí en una lectura conjunta con una amiga y, la verdad, las dos solo queríamos seguir leyendo hasta el final.

¿El problema? Que hasta que no acabe la cuarentena no podemos hacernos con la segunda parte y que la tercera todavía no está disponible.
Enlace: https://cafelibreria.com/202..