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¿Cómo sería vivir en un mundo en el que la moneda de cambio fuese nuestro tiempo de vida? Esperen… Eso ya sucede. Claro, no exactamente de ese modo porque hasta ahora no se ha hallado la manera de extraer de nuestra sangre horas, días o años, en apenas un instante, pero lo que sí ocurre es que tenemos que intercambiar el tiempo y la fuerza vital de la que disponemos para obtener dinero. Pero no es tan malo como parece, pues obviamente no es que se nos vaya toda la vida trabajando. ¿Verdad? No es que cada vez las jornadas laborales sean más largas y que el tiempo que cada uno tiene para sí mismo sea inferior al que emplea para ganar las monedas que le permiten subsistir. ¿Cierto? ¡Oh! Esperen...Creo que estamos más jodidos de lo que creí. Vamos, si es que el universo aterrador que explora este libro, en donde se paga con sangre y tiempo por un alquiler o un pedazo de pan, no es tan distinto al nuestro. Jules es la hija de un herrero que en su infancia vivió en el palacio real de Everless, pero que ahora, por cierto acontecimiento que se desató entonces, se ve obligada a vivir con su padre en condiciones precarias, alejada de todo contacto con la realeza. Sin embargo, pese a las advertencias de su progenitor de conservar aquella vida anónima e insignificante, Jules está decidida a trabajar en el palacio para que su padre, por saldar sus deudas, no termine de perder el poco tiempo del que ya dispone. Pero las cosas no salen como lo planea y rápidamente los planes de Jules cambian, convirtiéndose el permanecer con vida y el develar los secretos que se esconden tras una leyenda y esa familia que desangra al pueblo, sus principales objetivos. Una historia que nos presenta una trama original, combinada con un ritmo ágil y giros totalmente inesperados. Y bueno, aunque la novela presenta elementos ya muy manidos en los libros de fantasía para jóvenes, y pese a que el desarrollo de los personajes es más bien pobre, la trama es absorbente y se lleva bastante bien hasta el final. En conclusión, es un libro entretenido y fácil para pasar el rato. Puntuación: 4/5 |
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