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¡Vaya joyita! Gracias a este libro la fantasía épica se ha convertido en uno de mis géneros favoritos. Se lleva las 5 estrellas, más por cómo está contado que por lo que cuenta. Empecemos por el principio: la historia, aunque la gran mayoría diga que es lenta, no lo es. Lo parece, pero realmente es una historia que se cuece a fuego lento. Se toma su tiempo para las descripciones, para los sentimientos y los hechos. Es posible que algunos lectores, los que no estén acostumbrados a este tipo de narración, les cueste o sientan que no avanzan o que no termina de despegar. Hay que tener una cosa clara antes de comenzar este libro: es una vida contada por un adulto desde su primer recuerdo. Esto ayuda mucho a la evolución de su personaje y también de los demás. El desarrollo de las personalidades y sus cambios debido a las circunstancias está muy bien logrado. Sinceramente, creo que ha sido lo que más me ha gustado del libro y lo que ha hecho que me encariñe con Traspié. La historia en sí, como ya dije antes, puede parecer simple o quizá sin mucha acción. Pero no dudéis de que tiene su introducción, nudo y desenlace. Eso sí: se cuece despacio. Vemos cómo el protagonista crece, conocemos a sus enemigos y amigos, las motivaciones de estos y las enseñanzas de Chade y compañía. Ya que entro en el párrafo de los personajes, solo puedo decir que he odiado con todo mi corazón a Galeno y Regio. Quizá a algunos más, es verdad, pero estos dos son malvados, con sus motivaciones, pero malvados. No hace falta decir que Traspié me cautivó, eso se da por hecho. Y Burrich, Morrón y Chade son más de los mejores. En definitiva, me he enamorado de este libro. No sé cómo serán los demás, pero creo que no me defraudaran en absoluto. Y con ese final... estoy obligada a leer el segundo. |
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