Aprendiz de asesino

Sin duda he caído de lleno en las redes de Robin Hobb, puede que os ocurra lo mismo si es que no ha sucedido ya.
Las redes " atrapalectores" de Hobb realmente son sutiles y bien tejidas, se esconden bajo un vocabulario fluido y una trama aparentemente sencilla, contado todo con un ritmo ágil y constante, a pesar de no tener grandes momentos de acción, siempre está sucediendo algo, lo que hace que nunca nos entremos en estado de aburrimiento y sopor.

Y me preguntaréis ¿ Pero entonces dónde está esa magia que te atrapa y que no sólo te mantiene leyendo sino que te hace desear continuar con la saga?
Pues ahí precisamente, en la sencillez de contarte la vida del protagonista, desde su infancia hasta su adolescencia, sus cambios, sus sentimientos, sus pensamientos, sus temores, su madurez casi impuesta y la evolución de un don que muy pocos tienen.

Lo que hace Hobb es tocar sutilmente nuestros corazones y quedarse ahí para siempre.

Todo está inventado y descrito de una forma maravillosa y ,sin querer, tu vas a formar parte de todo, estarás en sus bosques, sus ciudades, sus calles, comerás esos panes, jugarás junto a las barcas y querrás tener un perro para acariciar y abrazar mientras lees todo eso.

No esperes brutalidad porque todo en este libro está creado con delicadeza.
Sin duda la magia de Hobb es hacernos sentir.