Primera novela de Robin Hobb que leo. Me había llamado la atención en visitas anteriores a las librerías y finalmente me decidí a comprarla. El peculiar estilo de Hobb va construyendo poco a poco (a veces quizás demasiado) una historia sólida, en la que se van desarrollando los acontecimientos de forma natural, al tiempo que se van descubriendo las particularidades del mundo en el que se desarrolla, y se deja entrever el sistema de magia. Novela fantástica de corte medieval, bien construida y para disfrutar sin prisas. Sienta los cimientos para el desarrollo posterior de la trilogía. |