La herencia

"Una oscuridad de esas que caen, una oscuridad de esas que flotan extendiéndose hasta dentro de los edificios y casas y se apodera de todo, no importa cuántas lámparas se enciendan, no importa cuántas velas se pongan en las mesas y en los alféizares, no importa cuántas antorchas se coloquen y se enciendan en las puertas de las tiendas, los centros comerciales y las entradas de las viviendas donde está a punto de celebrarse una fiesta navideña. Una oscuridad que no venía de arriba, del cielo, sino de abajo, de la tierra fría donde yacen los muertos pudriéndose solos en la oscuridad, una oscuridad que fluía con dureza de las negras y tiesas ramas de los helados y temblorosos árboles y de los pequeños y feos arbustos, una oscuridad llena de cuchillos, una oscuridad que cortaba con cuchillos el cuerpo y el alma, una oscuridad que no dejaba heridas visibles, sino tejidos nudosos de cicatrices que impedían que fluyeran la sangre, la linfa y los pensamientos, que picoteaba y se paraba, apiñándose en marañas tirantes e indisolubles".Ya desde el principio de la HerenciaVigdis Hjorth te va avisando de que algo muy feo pasó en su infancia y aunque tú ya te lo hueles, no puedes parar de leer para confirmar lo que sabías. En este caso el sospechar lo que ha pasado desde el principio no le quita mérito a la novela, al contrario. Lo que quieres es leer y leer hasta que la protagonista te diga que sí, que fue esto lo que me pasó, me pasa y seguiré arrastrando hasta el día que me muera. No seré yo la que haga un spoiler por todo lo alto, sólo apuntar que las familias son un circo en todas las partes del mundo. Que mucha flema nórdica, civismo y tal pero luego todo el mundo se pelea cuando hay cuartos de por medio, en esta novela, consejos de administración y dos casas de veraneo por las que Bergjlot y sus tres hermanos batallan (ella menos), muy educadamente todo el rato, eso sí. Pero por debajo hay muchas más cosas, hay cuatro hermanos, dos mayores y dos pequeñas, que tuvieron infancias muy distintas, crianzas muy distintas, y una relación muy distinta con sus progenitores, que es el quid de la cuestión. La herencia trata la violencia familiar en todas sus facetas. La protagonista se repite y se repite, se intenta justificar, trata de calmarse, recurre a Freud, a Jung, al arte, a las películas, para tratar de explicar lo que siente y lo que le atormenta. Un libro muy recomendable, muy nórdico, pero que hay que leer con precaución si se está un poco blandito. "Cuando mueren las personas por las que uno ha organizado su vida con el fin de satisfacer y ser aceptado, ¿se experimenta un repentino vacío? Cuando mueren las personas por las que uno consciente o inconscientemente ha deseado ser aceptado ¿se descubre que las elecciones que se han hecho, grandes o pequeñas, con el fin de ser aceptado por ellas, han contribuido a alejarnos de otros?".