Una corta historia, dulce, trágica, intima, poética, no solo conmovedora para los que amamos los gatos, los cuales están representados en Chibi, también para los que no son tan cercanos a estos pequeños felinos, ya que el autor crea una narración que a pesar de tener al gato como eje central, no está completamente centrada en él. Es un relato íntimo de vivencias y decisiones, del trasegar del tiempo, del espacio que habitamos, de costumbres cotidianas del lejano Japón, una sincera recopilación de notas que vamos dejando por la vida, las cuales apiladas van tomando forma de historia. |