Pensó de repente, podría matarlo, podría hacerlo caer solo con mirarlo, o tocarlo, o hacerle dar un paso en falso. Yo soy el Rey, yo soy el Rey, no hay nada que no le pueda pedir, nada que no esté dispuesto a prometerme, nada que no pueda hacerle. Aquí arriba, yo soy el Rey.
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