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Cuando salió este libro, me dije: ¿un libro que habla sobre el trabajo temporal? ¿sobre las condiciones laborales de nuestra época? Es un libro para mí, no cabe duda. La protagonista, en su camino de búsqueda de la tan ansiada permanencia, la tan ansiada estabilidad laboral, pasa por unos cuantos trabajos, cada cual más absurdo y surrealista. La eterna sustituta sustituye a presidentes de empresas, a fantasmas en casas familiares, a la tripulación de un barco pirata, a un asesino a sueldo o a una madre desparecida. La consecución de trabajos temporales, tan absurdos como inútiles, es una metáfora del mercado laboral de nuestra era, del capitalismo salvaje que lo convierte todo en trabajo y de las condiciones precarias, absurdas, completamente inverosímiles que nos ha tocado vivir. También es una metáfora de cómo la ocupación laboral se termina convirtiendo en una identidad más, de cómo la demanda de productividad constante que nos impone el capitalismo termina absorviéndonos por completo, hasta el punto en que parece que no somos nadie si no tenemos un trabajo que defina lo que somos. Que nuestra vida no vale nada si estamos "desocupadxs" en los términos que el capital define lo que es la desocupación. Que nuestra vida no vale nada si no tenemos un trabajo, el que sea, ya sea en condiciones dignas o indignas, ya sea un trabajo útil o inútil, ya sea ético o no lo sea. Bajo el capitalismo, toda ocupación es susceptible de convertise en un trabajo, sea cual sea el impacto del mismo para unx mismx, para lxs demás y para el planeta. Y en esta novela con tintes cómicos, queda bien patente que vivimos en un sistema completamente desquiciante y tan inverosímil como todo lo que relata aquí la autora. El estilo de la Hilary Leichter, con su sentido del humor tan sarcástico, tan cínico, tan surrealista, me ha recordado mucho a a Amélie Nothomb en "Estupor y temblores". También me ha recordado un poco a la manera de escribir de Ali Smith, no sé muy bien por qué. Su escritura es potente y a la vez extraña. No deja que te agarres a nada, siempre te sorprende y te lleva por caminos que no te lleva por caminos que no te esperabas. |
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