Para él, su estilo era como el oxígeno, necesario pero inaprensible, mientras que para ella era una fragancia exótica, penetrante, idónea para poder someterla al análisis y la imitación.
|
Para él, su estilo era como el oxígeno, necesario pero inaprensible, mientras que para ella era una fragancia exótica, penetrante, idónea para poder someterla al análisis y la imitación.
|
A menudo había presenciado la costumbre del escritor de detenerse mientras reflexionaba sobre una frase, o la de toquetear distraídamente la cadena de su reloj, o la de hurgar con el bastón un pedazo de tierra de aquel paisaje, como si quisiera desenterrar una palabra escurridiza.
|
Nosotras, las mujeres, hemos aprendido cuál es el precio de vivir como ciudadanas de segunda en un Mundo de Hombres. ¡Y es nuestro deber formarnos para tener acceso a ese mundo!
|
El problema con la literatura era que, aparte de escribirla, no podía hacerse mucho más con ella.
|
Gregorio Samsa es un ...