Somos el último verano

Esta novela consta de 503 páginas divididas en 2 prólogos, 25 capítulos, 2 epílogos y contenido extra. La historia está narrada en primera persona por Ella y Adrián alternado el presente con el pasado.

Adrián es el pequeño de los barones Cabana, siempre ha sido el fiel escudero de su hermana pequeña Pris. Es el único de los hermanos que está soltero y vive con sus padres, su pasión y medio de vida es la pintura y más desde que Ella se marchó hace 12 años, él lo ve todo de colores y las capas son su escudo junto a sus "chúpame un cojón" .

Ella se marchó para cumplir su sueño, quería salvar el mundo, pero ha vuelto a su Mediterráneo, a su casa, y los recuerdos de sus primeras veces donde en todas ellas aparece Adrián Cabana. El problema es que existen cosas que cuestan perdonar y que después de tanto tiempo los sentimientos cambian ¿o no?

Madre mía, madre mía, madre mía ¡Que difícil es escribir esta reseña! Yo os contaría millones de cosas pero es que Susanna ha sido muy escueta en la sinopsis, es más no quiso desvelar el nombre de Ella, así que aquí estoy yo mordiéndome la lengua para desvelar muy poquito de esta historia y que entréis a ciegas como hice yo. Empezamos por Adrián, que gran sorpresa me he llevado con él, es un personaje que pasa bastante desapercibido en el resto de libros, tiene sus aportaciones, como el mítico "chúpame un cojón", pero diría que es el que menos, eso sí, siempre ha demostrado que se desvive por su familia, así que me ha encantado conocerlo completamente en este libro y sin duda se ha convertido en mi segundo Cabana favorito, Marcos sigue siendo el ganador para mi. Ella es revolución, poesía, energía, sarcasmo vamos que es una maravilla de personaje con unas ideas muy locas y un corazón enorme. Adri y Ella tienen un pasado que iremos conociendo, un presente lleno de resentimientos ¿Y tendrán un futuro? Eso lo tendréis que adivinar leyendo este maravilloso libro, que se ha puesto en mi número dos de la serie y es que superar "Al chico de la última fila" es difícil. Como difícil ha sido despedirme de esta maravillosa familia que ya la siento parte mía. Con este último libro he reído mucho pero también he llorado y no solo por tener que decirles adiós. Solo me queda darle las gracias a Susanna por crear esta maravillosa serie que no ha decaído en ningún momento deseando conocer la historia de todos atrapándome sin remedio y haciéndome sentir una Cabana más. Hasta siempre mis Cabana 💓
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