El chico de la última fila

El chico de la última fila cuenta la historia de Hugo Cabana, el hermano mediano de los Cabana, cuando decide acudir a un concierto de la estrella del rock Dylan Carbonell con sus amigos en Madrid.

Gracias a los contactos de uno de sus amigos, terminan en el backstage, pudiendo así ver a Dylan de cerca y hablar con él. Sin embargo, lo que se encuentran es a un Dylan desmayado en el sofá. Y debido a la confusión de médico de humanos y médico veterinario, le toca a Hugo comprobar que él está bien.

Aunque la primera conversación entre ambos no resulta ser como se esperaba. Más tarde, esa noche, Dylan hace una aparición estelar en la casa en la que se hospeda Hugo. Y después de desmayarse en la cama de Hugo, todo comienza a cambiar.

Lo que más me ha gustado ha sido la manera de ver el mundo de Dylan. Gracias a las partes narradas por él, observamos lo peculiar que es Dylan. Tiene oído absoluto y eso hace que, solo con hablar, sepa la nota musical o el tono exacto. Y me ha gustado mucho leer sobre ello.

Los capítulos algo largos, pero nada aburridos. Están narrados, en mayor parte, por Hugo, pero hay fragmentos y flashbacks que los narra Dylan. Además, muchos terminan contándonos qué estaban haciendo los protagonistas un mismo día, del mismo año y a la misma hora. Haciendo que veamos lo diferentes que han sido sus vidas.

El final me ha gustado muchísimo. Realmente me esperaba otro tipo de final, no sé por qué, pero no me lo vi venir. Eso sí, está a la altura de toda la novela.

En resumen, El chico de la última fila es una historia llena de romance y descubrimiento personal. Con capítulos ágiles y adictivos. Con un final a la altura de la novela y con un segundo epílogo que nos deja con ganas de más historias de los Cabana.