Pues me ha gustado. Retoma algo de la fuerza de la primera parte, esta vez haciendo una clara crítica de la religión cristiana al igual que en Dune hizo una metáfora de la islámica y de Oriente Medio. Con un par de protagonistas muy atractivos (dos niños con la sabiduría de generaciones) y una ambientación en la que, manteniendo las bases de Dune, se va viendo la evolución del universo ideado por Herbert. Cada libro que pasa voy temiendo el declive de la saga pero de momento aguanta el nivel por lo que recomendaría llegar hasta el tercer libro. |