Dune

¿Alguna vez habéis empezado una lectura con muchas ganas y habéis ido perdiendo el interés al ir avanzando? Esto es un poco lo que me ha pasado a mí con Dune. No nos confundamos: no es un mal libro, simplemente esperaba de él algo bastante distinto.

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Lejos queda de la novela rebosante de acción que yo me imaginaba, navegando por las dunas del desierto y enfrentándonos a los famosos gusanos. En vez de eso, nos encontramos con una novela mucho más psicológica. Que en sí no es que sea algo malo, es solo que no es la idea con la que yo iba al empezar a leer. Hay mucho -muchísimo- politiqueo que se ve claramente reflejado en la batalla de poder por el mundo de Arrakis.

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Si nos abstraemos de lo que me esperaba encontrar, debo afirmar que no es un mal libro. Hay un worldbuilding IMPOLUTO que carga con la mayor parte del peso de la historia y que me ha dejado verdaderamente asombrada; en todo momento he podido sentir que formaba parte de ese mundo (hasta el extremo de notar la boca seca por la falta de agua). Sin embargo, la trama es lenta -para mi gusto- y los personajes se me han antojado algo distantes. No he logrado empatizar del todo con ellos, quizás debido a su exceso de "poder" (sí, son de esos personajes que todo lo consiguen con un simple chasquear de dedos). 

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Es una novela bastante densa en la que los momentos de acción se narran de manera muy breve y con una visión muy externa, dándole prioridad a la parte estratégica. Y el que haya tal cantidad de nombres (en algunas ocasiones varios nombres para referirse a una misma cosa) no ayuda a su fluidez y digestión. Es un libro para leer con calma, poquito a poquito y quedándose bien con todos los detalles. 

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Debo decir que esta es la primera parte de una extensa saga, una cosa más que imagino se suma a la lista de motivos por los que se puede antojar un punto lenta. Quizás -solo quizás, pues no he seguido con el resto de libros y sinceramente no creo que lo vaya a hacer- comience a acelerar un poquito en el resto de entregas.