Dune

"El misterio de la vida no es un problema a resolver, sino una realidad a experimentar". 

Esta historia se centra en Arrakis (Dune), un planeta donde escasea la vegetación y sus bienes más preciados son el agua y la especia (la melange). Nuestro protagonista Paul, en compañía de su madre Jessica es nombrado como señor feudal y deberá enfrentarse a una conspiración por hacerse con el control del planeta y su especia más codiciada. Ambos buscarán refugio en los Fremen, junto a ellos sus destinos cambiarán para siempre. 

Me he venido arriba introduciéndome en la ciencia ficción, pero no me arrepiento pues este libro merece la pena. A pesar de haber sido una de las lecturas más largas del año, la he disfrutado muchísimo. 

El autor ha sabido crear una novela donde sus personajes, desde los principales a los secundarios, encajan a la perfección. Si bien Dune hay que leerlo detenidamente debido a su volumen de personajes o tecnicismos, el autor no se detiene en descripciones densas, va directo al grano. 

El libro está dividido en tres partes, la segunda quizás se me hizo algo lenta pero necesaria para la continuación de la historia. 

Los protagonistas me encantan, Jessica simboliza la fuerza de las mujeres. 

En esta novela vemos reflejado de manera indirecta el cambio climático, los problemas sociopolíticos, que si nos paramos a pensar no distan mucho de cómo ha evolucionado realmente la sociedad a lo largo de los siglos. 

Un detalle de esta edición que me ha encantado, es que al final se encuentran apéndices y anexos, donde el autor nos detalla la ecología de Arrakis, la religión del planeta, explica los diferentes grupos de poder. Creo que es muy necesario e interesante detenerse en estos apéndices. 

Y sin duda como no, los Gusanos del Planeta, conforme avanzaba las páginas deseaba topármelos. 

Recomiendo totalmente esta novela y adentrarse en ella sin miedo. Simplemente dejarse llevar y disfrutarla.