Guía del club de lectura para matar vampiros

Dos convocatorias vacías de **Babelio** después, llega a mis manos este libro. He de decir que supe de él cuando apenas se había anunciado su lanzamiento en España, alguna mención en *booktokers* de habla inglesa y poco más. La portada de por sí no me decía mucho, pero a juzgar por el título creí ver cierto humor satírico.

Supongo que sabéis que **Crepúsculo** no es santo de mi devoción, pero lo que se hablaba de este libro lo alejaba del primero. Así que bueno, ¿por qué no?

Comencé sin mucho entusiasmo, porque el libro contribuye un poco a ello. Las primeras setenta páginas de presentación y asentamiento del mundo hipócrita en el que vive la protagonista, Patricia, se hacen un poco largas, pero cuando por fin empieza la historia *per se,* ya no hay cabida para el aburrimiento.

Bebe un poco de «**Criadas y señoras**», con una crítica semienterrada que no termina de funcionar, pero que no esconde sus intenciones.

La premisa es sencilla, pero eficaz. Chocante porque, los monstruos que antaño aterraban a la sociedad, en estos días ya no son tan efectivos. Pero para lo que quiere transmitir este libro, ni falta que hace. La existencia del vampiro es, en cierto modo, excitante, aunque solo sirve para demostrar la hipocresía y los problemas de primer mundo de un vecindario tradicionalmente blanco. Más concretamente, de un grupo de mujeres y "amigas" de la vieja escuela: amas de casa para que sus maridos brillen. Porque así se ha hecho siempre.

Ahí es donde he visto el auténtico terror. ***Hendrix***, además, maneja la pluma de tal forma que una escena tan simple como una cena en familia se convierta en una experiencia aterradora que me ha hecho cerrar el libro con el corazón en un puño, la boca seca y preguntándome si realmente estaba leyendo lo que creía que estaba leyendo.

No me avergüenza admitir que me ha producido pesadillas, porque mi generación ha visto estas cosas en casa de la manera más cotidiana y, con la perspectiva de hoy, da auténtico pánico. Y deja al vampiro como una mera anécdota, como una sombra del auténtico villano monstruoso del libro. Lobos de piel de cordero que habitan en nuestra sociedad y llevan su orden.

En cuanto a los personajes, me han resultado muy reales. Patricia, la protagonista, un tanto ingenua, pero, ¿qué esperar de alguien que vive bajo esas circunstancias? Seguro que muchas personas se reconocerán en ella, y apreciarán su valor para tirar para adelante con todo, hasta con los desastres más inhumanos. Si me han dado coraje algunas de las chicas del club, como Grace, con un final que no considero justo, y especialmente me frustra el arco de la señora Greene, una mujer de color acostumbrada a mancharse las manos con la mierda de las señoritas y que, después de todo lo que ocurre, parece que la novela se olvida de ella por completo.

Y bueno, creo que después de lo que he dicho un párrafo más arriba, si os hacéis un favor y leéis el libro, seguro que pronto descubrís que personaje me ha despertado ganas de matarlo con una estaca y llenándole la boca de ajos. Solo este hombre ha convertido mi lectura en un acontecimiento visceral.
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