Paula Hawkins usa un narrador poco confiable para contar la historia y hace que adivines durante mucho tiempo lo que realmente le sucedió a Megan. Me gusta la idea de un narrador poco confiable, pero al igual que con Gone Girl, en realidad no me gustaban los personajes principales y simplemente no podía conectarme con ellos. La prosa es bastante fácil de leer y los muchos giros en la trama hacen que quieras seguir leyendo para descubrir qué sucedió ese día, pero especialmente las escenas de Anna-Rachel me resultaron realmente molestas y repetitivas. Si te gusta el género y disfrutaste de Gone Girl, probablemente también te encantará The Girl On The Train. Solo recuerda no establecer tus expectativas demasiado altas ..
|