La chica del tren

Hace unos días se estreno la adaptación cinematográfica y querría haber subido la reseña antes, además que lo tenía como pendiente desde hace mucho tiempo, pero por una cosa o por otra no pude, así que aquí la tenéis.

La trama me pareció muy lenta y descripciones con demasiados detalles, aunque sí agradecí que se tomaran en cuenta los sentimientos más que en otros libros. Los que os lo habéis leído no sé si os ha pasado algo parecido pero me liaba con los nombres y las fechas. Sobre todo las fechas porque tampoco están en orden, que es comprensible cuando ya te metes en la historia, pero es muy lioso al principio.

Otra de las cosas que no me convencieron es que en un libro donde existen dos narradores, existe una diferencia de pensamientos, de manera de escribir, para que tú sepas quien es cada uno sin comerte mucho la cabeza, pero las dos narradoras de este libro son iguales, tienen la misma forma de hablar al igual que la de pensar. El libro trata de encontrar a un asesino y te va dando pistas que parecen no llevar a ninguna parte hasta el final.

Los personajes están muy bien desarrollados ya que hace una introspección completa a sus sentimientos más profundos. Sinceramente, no le tengo ningún cariño especial a ninguno de los personajes, porque ninguno llegó a caerme especialmente bien.

Por una parte está Rachel, es un personaje muy débil, aunque me hubiese gustado que la fortaleza la hubiese cogido más rápida, entiendo que cada uno tiene su ritmo. Tiene un cambio muy lento y progresivo, pero poco a poco va mejorando. Tiene un problema con el alcohol que no quiere aceptar y está obsesionada con volver con su ex, Tom. Cuando está ebria no sabe lo que hace y ha perdido completamente el rumbo de su vida.

Por otra parte tenemos a la otra narradora que es Megan, una chica que no bebe, pero lo como dije antes no se nota la personalidad diferente que tiene cada una. Esta chica es la que aparece en el libro muerta y narrará toda su historia hasta ese momento.

Scott es el marido de Megan que desde el principio me cayó mal, es muy controlador y posesivo, y aunque Megan lo sabe, lo deja pasar porque piensa que es porque le quiere.

Jess y Jason son los nombres inventados que le pone Rachel a Megan y Scott al imaginar sus vidas desde el tren, esto hace que te líes mucho más en la historia.

Anna es la mujer de Tom. La verdad es que tengo que admitir que es un poco tonta, entiendo su situación, pero no su manera de actuar ni las decisiones que toma.


El final fue lo que más me gustó del libro ya que tiene un giro muy pero que muy bueno y que no te esperas para nada.

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